Los techos, por su función, están expuestos a condiciones climáticas complejas y factores de riesgos externos, por esto requiere de un sistema de protección anticorrosión eficaz.
La alternancia de los ciclos térmicos, atmosféricos y la presencia de sustancias agresivas en el aire pueden afectar, especialmente en ambientes húmedos, procesos de rápido y grave deterioro en los materiales comunes para techar.
Condiciones particulares de exposición como encontrarse en zonas costeras, la facilidad de estancamiento de aguas y concentración de sustancias corrosivas, podrían agravar aún más los fenómenos de corrosión.
Existen varios tipos de láminas con una alta protección hacia la corrosión, a continuación te hablamos un poco sobre ellas.
Lamina Galvanizada:
El galvanizado es un proceso electroquímico en el cual se cubre un metal con otro para retardar el proceso de corrosión. La corrosión la causa una tendencia inherente de los metales cuando son sometidos al aire y a la humedad, que tienden a volver a su forma terrenal original, normalmente un estado de mineral. Lo hacen a través de una reacción química o electroquímica con el medio ambiente.
El galvanizado es un proceso electroquímico en el cual se cubre un metal con otro para retardar el proceso de corrosión, en el mercado de las láminas se manejan 3 tipos de láminas galvanizadas o galvanizados:
Lamina Zintro: Consiste en introducir piezas de acero en zinc fundido, a una temperatura aproximada de 450°C hasta lograr un recubrimiento de 7-42 micras.
Al alearse metalurgicamente el zinc con el acero, se crea una capa que tiene una gran adherencia, muy resistente a los golpes y de gran dureza, especialmente indicada para su uso en el exterior y en ambientes húmedos o corrosivos.
Lámina de cobre: Inmersión en cobre. Las láminas con baño de cobre no son ideales contra la corrosión ya que al contacto con el agua puede perderse este elemento al ser arrastrado por la erosión.
Lámina Zintro Alum: Lámina recubierta con zinc y aluminio, la combinación de estos dos metales aporta protección contra corrosión, con vida útil hasta 6 veces mayor que el galvanizado tradicional.
Lámina Pintro: Lamina de acero con galvanización electrolítica con un acabado pintro de pintura epóxica.
Su duración es mucho mayor comparada con otras láminas metálicas ya que el recubrimiento de pintura con el que cuenta le brinda una protección contra la corrosión reduciendo los mantenimientos.
Lamina de acero inoxidable
Los aceros inoxidables son aleaciones que contienen un mínimo de 11% de Cromo, este forma una capa que no permite que le haga daño el ambiente.
Su característica distintiva es la gran cantidad de cromo con la que cuenta. El acero inoxidable contiene un mínimo de 10,5% de cromo que mejora su resistencia a la corrosión y fuerza. Es por ello que es un material sumamente versátil. Se prefiere cuando las propiedades del acero y la resistencia a la corrosión se requieren en conjunto.
El cromo en la aleación crea una capa pasiva de oxidación cuando se expone al aire. Esta capa actúa como un escudo contra una mayor corrosión, esencialmente haciendo que la aleación sea a prueba de herrumbre. Este mecanismo permite conservar una apariencia impecable durante largos períodos en condiciones normales de trabajo.
Además de los acabados pulidos, hay disponible una amplia gama de superficies estampadas y coloreadas. Esto hace posible encontrar una opción adecuada a sus necesidades. Además, el acero inoxidable también es 100% reciclable. De hecho, la mitad de toda la producción de acero inoxidable proviene de la chatarra. Esto lo convierte en un material relativamente ecológico.
Lámina de PVC:
Las lámina de PVC cuenta con la mejor eficiencia ante la oxidación, tiene gran resistencia a agentes corrosivos, al ser un polímero los efectos galvánicos y electroquímicos no reaccionan en este material por lo cual no necesitan ningún tipo de recubrimiento ni protección catódica adicional para evitar la corrosión de por vida.
Siendo la recomendación ideal en cuanto a anticorrosión se trata dado que la inversión terminará siendo menor y más duradera por el mantenimiento mínimo que requieren